sábado, 12 de septiembre de 2009

Inipi - Ceremonia de los Indios Lakota -



Luna llena.... momento de Inipis... de contacto con la naturaleza y nuestro interior... a mi me encanta.....

Llegar... construir... comunicar.... marchar... continuar la Vida....

La espiritualidad de los nativos norte americanos es muy antigua. Expresa totalmente el afecto profundo e intimo a la naturaleza. Esta espiritualidad se ha perpetuado contra toda adversidad para acabar simbolizando el respeto del hombre con su medio ambiente y su deseo de armonía con todas las otras formas de vida, con la globalidad de la creación, los Lakotas resumen todo esto en una formula "Mitakuye-oyasin" (para toda mi familia).

Para los Sioux Lakota, la ceremonia Inipi o "Sweat lodge" es el preámbulo a todas las demás ceremonias. Es un ritual de purificación en el curso del cual oraciones y cantos son dirigidos a "Wakan Tanka", el Gran Espíritu.

En esta ceremonia, el aire, el agua, el fuego y la tierra "Ina Maka", entran todos en conjunción para que el interior de una pequeña cabaña hecha de madera de sauce, el agua vertida sobre las piedras enrojecidas por el fuego, genere un vapor que los Lakotas reconocen como el aliento de "Tunkashila" el gran padre de todas las cosas.

La espiritualidad de los indios de América esta oficialmente reconocida y protegida por una declaración internacional de la Organización de las Naciones Unidas sobre los derechos religiosos.

El Inipi Lakota es una ceremonia de purificación que tiene su origen en los rituales sagrados de los indígenas nativos americanos y cuya antigüedad se pierde en el tiempo.

Es una cabaña hecha de ramas, tradicionalmente de sauce blanco, con un orificio en el centro donde se colocan piedras calentadas al rojo vivo en un fuego ceremonial. Sobre las piedras se colocan hierbas aromáticas y agua, que al chocar produce abundante vapor, lo que provoca la sudación de las personas que están en el interior de ella, podríamos decir que es un sauna en la naturaleza, pero realmente es mucho más que eso.

La palabra Inipi deriva etimológicamente de la palabra Lakota "Iniunkajaktelo", que literalmente significa vamos a orar a la tienda de sudación. El Inipi es un lugar de oración y como tal se considera un templo.

La cabaña en sí tiene forma redonda y está construida con 16 ramas verticales que se amarran formando dos cruces de 4 direcciones iguales, que representan a los 16 espíritus sagrados de la tradición Lakota: Wi, el sol, portador de luz, calor y vida, el que nos aporta valor y generosidad a nuestra vida; Skan, el movimiento, es la fuerza y energía que nos mueve; Maka, la tierra; nuestra abuela que nos nutre; Inyan, la piedra, la naturaleza eterna del creador, las más anciana; Hanwi, la luna, representa los ciclos de la vida, el sobrenatural de las mujeres; Tate, el viento, controla las estaciones y vigila el sendero que conduce al mundo de los espíritus, padre de los cuatro vientos; Unk, el conflicto, el padre del mal; Wakinyan, el ave del trueno, señor de las tormentas, es el espíritu que crea la energía eléctrica; Tatanka, el búfalo, hermano del indio, el que da la salud, el alimento y la vida; Tob Tob, el oso, nos trae la medicina de las hierbas, el amor y la valentía; Wani, las cuatro direcciones, Controlador del tiempo, mensajero de los sagrados; Yumni Wi, la diosa del mar, restauradora del equilibrio, amor, deporte, juego, energía femenina; Niya, el espíritu, aliento vital, esencia de la persona; Nagi,vida,habita en los seres humanos, los animales, las piedras, los árboles y los ríos; Sichun, la inteligencia, poder innato que habita en cada hombre y en cada mujer; Yumni, el remolino, lo inmaterial, el huérfano que nunca ha nacido, el remolino de aire, el pequeño torbellino, el travieso mensajero de lo sobrenatural.

Las cuatro filas de ramas verticales que envuelven la cabaña simbolizan a los cuatro mundos, el mineral, el vegetal, el animal y el humano; la última vara que se entrelaza en el techo con todas las 16 ramas verticales forma una estrella de ocho puntas representando a los planetas y al universo.

De esta manera la cabaña representa a toda la creación y al vientre sagrado de nuestra Madre Tierra en cuyo ombligo se colocan las abuelas piedras, sabias poseedoras del código genético de la historia de nuestro planeta.

Cuando entramos al vientre de nuestra Madre volvemos a ser otra vez niños inocentes, pero como estamos en el mundo entramos impuros. Humildemente esperamos a que entren las piedras rojas, rojas porque han estado dentro del fuego, y saludamos respetuosamente a la sabiduría ancestral de las abuelas y al poder del abuelo fuego.

La persona que guía la Inipi esparce la medicina del oso sobre las piedras: las hierbas aromáticas; y entonces el Inipi se llena con el perfume de la salvia, el cedro, el palo dulce y el copal, que siguen haciendo el trabajo de la limpieza, desbloqueando los túneles oscuros de nuestra mente y de nuestras emociones, liberándonos de las energías densas del mundo; los espíritus de estas plantas son sabios y profundamente amorosos.

Entonces entra el agua, la vida en todo su fluir, con el agua se saluda a las piedras, se cierra la puerta y comienza la ceremonia.Pidiendo permiso a las cuatro direcciones, al cielo, a la tierra y al corazón se comienzan los cánticos y los rezos, o a contra historias en nuestro caso.

El agua comienza a tocar a las piedras y nos vemos inmersos en una gran nube de vapor en medio de la oscuridad más absoluta, es una sensación de paz e inmensidad, que unida al poder maravilloso de la alquimia de los elementos nos comienza a transformar poco a poco, el sudor corre copioso por nuestro cuerpo, a veces dándonos la sensación de ser un río, o un gran mar, sintiendo que salen a chorros las toxinas.

Muchas personas sienten miedo la primera vez que participan en esta ceremonia; la oscuridad, el misterio, el contacto con el otro compartiendo un espacio tan pequeño, como si fuéramos un solo cuerpo, el calor inmenso que desafía los límites de nuestra mente.

Aprendiendo a rezar desde el corazón, dando las gracias y pidiendo aquello que necesitamos para mejorar nuestra vida y la de los demás va transcurriendo la ceremonia.

Se realizan cuatro rondas, abriendo la puerta cuatro veces para introducir más piedras. En cada ronda se invoca una dirección:En la primera al Oeste, el lugar del misterio, donde se oculta el sol, donde el guerrero espiritual aprende a caminar sin miedo reconociendo el lado oscuro; ahí se recibe la guía y consejo del Oso y el Búho, que nos enseñan las tácticas necesarias para transitar por esos senderos.

En la segunda puerta al Norte, donde recibimos la fuerza y la sabiduría del Búfalo quien nos sostiene en la vida, donde residen los seres del trueno.

En la tercera al Este, donde recibimos del Águila, la luz y la claridad para actuar en armonía con el Espíritu.

En la cuarta y última al Sur, el lugar de la Inocencia y la Compasión, donde recibimos las enseñanzas menudas del ratón y todo lo pequeño, el juego, la alegría y la diversión.

Desde ahí salimos ya purificados, livianos, limpios, con piel de bebé, con el alma perfumada de ilusión.... como si huniéramos vuelto a nacer.

Cada uno puede realizar un Inipi con sus propas creencias, no hace falta que la espiritualidad de todos sea la misma.... lo que si es verdad es que aporta un contacto con uno mismo, con la naturaleza, con los demás, que es de lo que se trata.... de parar el ritmo diario... desconectar de lo de siempre... conectar con Todo... y con esta palabra, todo es lo que uno quiera y a quien se dirija normalmente... volver a empezar cada uno desde su forma de vida, pero renovados desde la belleza de la naturaleza y el significado de lo que nos rodea.

1 comentario:

  1. ¡¡qué curioso!! en Méjico existe el baño temascal que es prehispánico e igualmente es a través de vapor y hierbas para renacer físicamente y renovar el espíritu.

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