Amistad

Vengo de ponerme al día con un amigo que no veía hace veintidos años.... Desde la primera llamada y nuestras reacciones, sentí que nuestra relación no había cambiado.. Solo se habían acumulado muchas experiencias, pensamientos, sentimientos, emociones que no habíamos compartido.....

Ya desde el primer momento y por teléfono, nos hacíamos bromas como siempre.. Cada uno desde su carácter, su forma de ver la vida.. Parecía que no habíamos dejado de vernos.

Desde el coche, mientras acudía a donde habíamos quedado, reflexionaba sobre lo curioso que es el sentido del tiempo...
¿Por qué cuando reencontramos a un amigo, no nos parece que ha pasado? y he llegado a una conclusión...
Cuando quieres a alguien, esa persona forma parte de tu vida, es como si estuviera siempre presente, en "invisible" y cuando se retoma el tiempo, se hace visible.... Solo eso... Nunca ha desaparecido, siempre ha estado con nosotros...
Y al revés... Cuando encontramos a alguien que no nos unen muchas cosas, decimos... ¡Cómo ha pasado el tiempo!... Ni nos acordábamos de esa persona.. No estaba "invisible"... Simplemente.. No estaba y ha vuelto.

Han sido ocho horas de ininterrupida charla.... De "come tú y hablo yo"... Y viceversa... Con calma, nos hemos ido poniendo al día de nuestras vidas, nuestros cambios de pensamiento en algunas cosas, nuestros sentimientos, nuestros sueños, nuestras alegrías y nuestros fracasos... De lo que nos ha hecho y hace felices, de lo que nos ha hecho y hace que se hayan inquietado nuestras almas...

Ha sido formidable... Nos hemos encontrado mutuamente mejor que nunca, como el buen vino que mejora con el tiempo... mas serenos.... con mas poso... nos hemos reido, dado nuestros puntos de vista, aconsejado, apoyado, potenciado.. DISFRUTADO.......

Ha sido precioso experimentar de nuevo nuestra amistad, que como todo tesoro, se guarda en el corazón y en alma.