domingo, 18 de enero de 2009

Momentos cerca de la muerte

He estado leyendo "El Buen Adiós"



Un libro que trata sobre ese último adiós que es la muerte y propone un buen adiós.
Os lo recomiendo, aunque a priori , el tema no os resulte sugerente.

He recordado muertes cercanas y momentos en los que la muerte parecía estar rondando.

Uno de ellos fué con mi abuela. Estaba embarazada de 8 meses, yo, no mi abuela... Recuerdo que me dijeron que la acompañara en la ambulancia, mientras los demás acudían cada uno desde su lugar.
Durante ese tiempo, supe que ella iba a morir. Me decía lo que le dolía y me dijo algo, que me ayudó a presentirlo. Se lo dije, con toda la ternura de la que era capaz: "Abuela, prepárate"...
La tomé de la mano, y recé con ella... Me miró profundamente, con esa mirada que refleja tantas cosas... que se despide a través del tacto y de la luz del alma... Unas horas después moría y yo, miré al cielo, agradecida por haberme dejado compartir esos momentos con ella.

En otra ocasión, yo volvía de Alemania, la noticia me impactó.
- Unos amigos se encontraban en España realizando un master y despidiendo a sus abuelos que volvían a su pais... - El pequeño, de 3 años, un rubiales muy divertido, se ahogó comiendo una magdalena....
Acudí nada mas llegar a urgencias... Encontré unos padres descorazonados... Les abracé con toda la fuerza de la que fuí capaz... Por suerte, se encontraba una amiga psicóloga cerca, le pregunté qué hacer en estos casos...
Acompañar.... fué su respuesta...

Estas navidades fuí a llevar a una persona a su casa. No subí porque presentí que me necesitaban en la mía, en la de mis padres, donde me encontraba en este caso....
Al llegar al garaje, mi hijo pequeño me llamó... El abuelo se encontraba mal....
Cuando llegué estaba frío, sin pulso... Llamé a la ambulancia....
Mientras tanto, se fué recuperando y trataba de cantar ópera... Fué sugerente, mi padre es así, por eso sentí que se moría, el se moriría cantando, una de sus pasiones en la vida...
Cuando llegué a urgencias, pedí una bata blanca, ya que no dejaban entrar si no era personal santario, y me adentré para estar con él...
Para él fué una sorpresa... Para mí, un regalo mas del cielo, de poder compartir sus últimos momentos si era el caso, o de reirnos después como asi ha sido, si no lo era...

Pido al cielo compartir esos momentos con los que quiero y que a los demás resultan de apoyo. Estar ahí cuando me necesiten.

1 comentario:

  1. Nadie mejor que tu para estar ahí en ese momento, yo pensé que su hermano lo recibiría con los brazos abiertos cantando tambien. Te garantizo que si hubiera sido zarzuela, lo hubiera recibido tambien su padre cantando a coro con su hermano...Hay que potenciar ese espiritu semiapagado por la severa educación, hoy en día es casi una remora guardar la compostura y estar en tu lugar, hay que llorar, cantar, gritar y de vez en cuando recordar al abuelo llorar escuchando Madame Butterfly...Esa sensibilidad, es una herencia que cuidar y nunca olvidar.
    NWE

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